martes, abril 15, 2008

Carta a Phyllis...

Pensamos que nuestro beso sería único y olvidado, pero un viaje me demostraría que no seria casualidad ni una aventura. Claro que para darme cuenta de ello pasaría algún tiempo.

Hicimos que un juego se convierta en un verdadero sentimiento, un verdadero amor, mi verdadero amor o eso creo por lo menos. Nunca fuí por tantos años feliz y eso te lo agradeceré siempre esperando que yo haya hecho que sintieras aunque sea la mitad de lo que sentí yo.

Y me aferré a que nada de esto cambiaría, más equivocado no pude estar. Solo que no quise darme cuenta que mi monotono comportamiento no demostraba lo mucho que significabas para mí.

Los días pasaban, yo postrado en una cama. No sabría que el dolor físico que sentía no se compararía al dolor que me esperaba. Eras mi esperanza, mi fuerza y mi ejemplo. Ahora sé que debió ser al revés.

La noche sería testigo del día que te besé sin ser correspondido. Tus palabras frias y calculadas no me hicieron daño ese día, mas tus excusas o razones tan estúpidas como tu predecesora. Solo acepte lo que me dijiste y te deje ir.

Idiota fuí creo, decirte todo lo que realmente sentía fué muy tarde o tal vez ya inútil pero igual lo hice. Todo estaba claro para tí, yo ahora un chico más, un amigo más. Orgullosamente no acepté y me alejé de tí hasta donde pude.

Sabias lo que yo te respondería, pero yo era yo feliz con otra chica, mi nuevo amor. No lo creiste y no comprendiste que mi amor se transformo. Quise ser tú amigo y esta vez tú mo me dejaste. Al final la vida nos ha llevado por caminos muy distintos pero siempre me entero cosas de tí y sin preguntar.

Fuiste un gran amor mi verdadero amor, pero no fué suficiente sentirlo ni decirlo...

Mizpah

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