domingo, agosto 30, 2020

La prueba y yo.


A inicios del mes nos hicieron la prueba rápida en la escuela. Debo iniciar comentando que no me sentía nervioso por el resultado. A pesar de que salí varias veces terminada la cuarentena siempre fue en momentos y lugares donde había poca gente. Si veía lo contrario pues no entraba o me iba de inmediato. Solo una vez en Plaza Vea muy lleno de gente no me pude ir porque eso hubiera significado dejar a la doña sola haciendo las compras. Sin embargo, si la apuré para que nos vayamos rápido de ahí. 

Luego de esperar unos minutos me dieron el resultado. Nada de anticuerpos IgM o IgG, yo esperaba por lo menos un IgG (anticuerpo de memoria) para poder estar algo mas tranquilo pero no hay aun exposición al virus. 

Claro está que algunos estarán pensando pero si la prueba no es 100% fiable pero por lo menos hasta ahora no tengo evidencia que el COVID y yo seamos íntimos como su lo fuí con la hepatitis B y C. 

Toca esperar entonces hasta una nueva oportunidad en la cual me tenga que analizar la presencia de los anticuerpos. Mientras tanto ya estoy saliendo mucho menos. Ahora tendré mas clases que dictar debido al inicio de las clases en la UNFV por lo que estaré mas ocupado como para darme el lujo de salir a caminar si quiera por un centro comercial cercano a mi casa. Lo que tengo que ver, es la forma de darme ánimos y hacer algo de ejercicio. Mi panza esta cada vez más grande. 

"Aun recuerdo como decir te amo tenía significado".

domingo, agosto 09, 2020

Jueves sangriento.


El día jueves por las noches mientras estaba en una vídeo llamada escuché un sonido extraño desde mi cuarto, era un crujido como cuando una caja es aplastada por un auto. Eso era lo que creía pero algo me hizo levantarme mientras conversaba y vi desde el balcón de mi cuarto un gato muerto. Había sido atropellado y lo que había escuchado era su cuerpo al ser aplastado por el auto. 

No sabía si aun estaba vivo, había mucha sangre, corté la vídeo llamada y bajé, ya era la hora del toque de queda pero no podía dejarlo así al gato. Busqué una bolsa negra, abrí la puerta de la cochera y salí, al verlo de cerca, era su cráneo aplastado el ojo derecho saltó de su posición anatómica y había mucha sangre que había salido desde la boca y el ojo. 

Lo moví un poco me pareció que aun algo movía su mandíbula pero no estaba seguro, no sentí latidos o eran muy débiles pero decidí ahorcar al gato. No quería que sufra, no sabía si se hubiera salvado si es que de verdad aun estaba vivo. Lo que ví, la cantidad de sangre, su ojo fuera de la cabeza me decían que no, fue solo una ilusión. Ya estaba muerto. 

Lo puse en una bolsa negra, no sabía donde ponerlo. Hablé con mi madre que dormía, ya sabía yo que era el gato de la vecina. Los otros gatos me miraban como si yo lo hubiera matado. Lo dejé donde me indicaron, mi madre le daría la mala noticia a la vecina al día siguiente. 

Subí y tomé esa foto. Estaba pensando una vez más en la muerte. No en la mía, esa la tengo bien clara hace ya tiempo. Sino la muerte de los animales de la calle en general, lo que sufren, lo que estarán pasando y me da pena no poder hacer nada. 


"La muerte es, como todo en la vida, algo que sucederá y no podemos evitarlo".