martes, febrero 16, 2010

Un segundo...

Sentado sin pensar en más que un segundo más allá de mi vida, mi mente divagaba, mi corazón latía a su ritmo acostumbrado, mis ojos observaban todo el salón y a las personas que se desplazaban de acá para allá, y mis labios taradeaban la canción en mi mente.

Por un segundo mi mirada se dirige a la puerta de ingreso, ella pasa y me ve, yo la miro por un segundo que sería eterno. Reacciono y dejo de mirarla, y converso con la primera persona desconocida a lado mio que me interesaba que decirle ni que explicarle.

Ella saluda, la presentan, yo de reojo la sigo y llega mi turno, se acerca a mí y me besa en la mejilla "hola"me dice. Por otro segundo sentí su aroma, que llego a mi cerebro como algún recuerdo escondido y sentir su mejilla y escuchar su voz luego de mucho tiempo.

Se aleja y sigue en lo suyo, yo continuando de alargar una conversación aburrida, mis ojos querían verla, pero mi razón me decía que era algo en vano. Sentí por un instante que ella me miraba, trate de verla con naturalidad y no era así.

Escucho su adiós lejano, en ello me alejo para no tener que decirle "adiós", quiero quedarme con ese Hola eviterno. Sin embargo, ella se acerca y me dice "adiós" de la misma forma que nos lo dijimos ambos hace ya muchos años atrás.

La veo salir de reojo, no puedo darme el lujo de mirarla detenidamente, más ahora, que creo estar bien y haber pasado un día romántico de lo más normal, mi corazón me traiciona pero a su vez me demuestra lo que una vez afirme. Sólo aquellas que tienen la llave de mi corazón pueden volver a abrirlo y encender un sentimiento ya casi extinto en mi vida actual.

Una mañana que no esperaba, una mañana que añoraba. Una palabra que nos identifica, una palabra que me destruye.


"Saber que tengo aún ese sentimiento muy adentro de mi me hace creer que algún da volveré a enamorarme..."

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