Pasaron casi 10 años para volver a mis orígenes. Orígenes de estudios de posgrado con convicción pero que por alguna razón dejé tanto tiempo abandonado. Claro existe la explicación de qué en mi corazón latente estaba el estudiar Genética Humana, y sobretodo la Hemofilia de la cual tengo. Sin embargo, el tiempo me enseñó que debo acabar lo que empiezo. Siempre estuvo Tamy recordándome esto. Incluso ahora, desde Brasil, ha sido la única persona que me felicitó y creo que hasta se alegró que lo haga. Algo que ni en mi familia, ni amigos me dijeron que estaba bien y que debía de acabar con la tesis de la UPCH. Tema del cual hablaré luego.
Ya a mitad del curso (sí, sólo me matriculé en un curso por tema de tiempo), y viendo que me gusta volver a leer del tema, pero que sí he planeado mal mi organización, ya que el tener 2 trabajos que me hacen viajar de aquí para allá en Lima, me quitan mucho tiempo y lego agotado a casa. Ahora bien, en el curso no voy mal, y espero que acabe mejor, ahora incluso debería ya estar terminando mi trabajo para el martes, pero tengo tantas cosas que quiero compartir en mi blog, que de todo decidí este tema primero. Hay mas, os lo sabré saber luego. A veces una semana te hace dar cuenta de tantas cosas.
Volviendo al tema de la UNALM, hay ya 2 anécdotas que quiero compartir. La primera es que como no conozco a nadie y no tenía mucha confianza con ellos como para pedir favores, les dije a todos para crear un grupo de WhatsApp del curso de la maestría ya que yo no llevo otro curso con ellos, y pues al inicio sólo 3 me aceptaron pero ahora ya estamos los 6 en el grupo y ahí comunicándonos en temas puntuales de la maestría, algo que hace al grupo eficiente.
La segunda anécdota es diferente. Justo en el grupo de WhatsApp que tenemos me entero que una compañera viaja a México, y yo, como siempre, de la manera mas conchuda y graciosa le digo que me traiga algo de Coco que yo se lo pago en Lima, Ella aceptó pero me dijo que sería un regalo y que no le tenía que pagar. Un gesto de una gran persona, algo que yo hago a veces y que no debe confundirse con otras cosas. Probablemente ya alguien estará pensando que fue un gesto coqueto, pero no, nada que ver. Gesto lindo, que yo muchas veces evito hacer para que luego no confundan muchas cosas. E incluso creo que a veces lo hago cuando no debería. Pero ese, es otro tema.
En unos minutos empezaré a avanzar mi trabajo para el martes, acabamos la mitad del curso y pasamos a otro docente y otras formas de evaluar y justo me tocaré el profesor que para mí menos sabe dictar en la maestría, o eso era hace 10 años, espero que haya mejorado pero según lo que me han contado no es así.
Ya les iré contando. Apago la PC.
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