Ella me dice que regrese al Rebagliati, que debo operarme. Lo que ella no sabe es que lo sé, pero a la vez no quiero. Hay cosas que quiero hacer en el Almenara, y además ahora las cosas no son como antes, no sé si mi codo saldría bien y no sé si pudiera soportar que así no fuese.
El dolor se siente cada vez peor, mi mano tiembla, mi brazo no tiene fuerza y mi alma se hace pedazo, al igual que mi espiritu.
Tomar narcoticos? NO, o no por ahora...
Camino y ya a una cuadra de mi casa, me tropiezo con los huecos de la acera y mi dolor me retorna a mi presente, ya no debo pensar en ello. Debo decidir... lo dejo o continuo?
"El dolor me hace saber que estoy vivo, pero a su vez muriendo..."
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