Fue un sábado por la noche. Recuerdo que estaba cenando con mi familia y luego... ¡Zas! me despertaba con un fuerte doler de cabeza y mareo. Me toco la cabeza y ahí siento el tremendo hematoma en mi cabeza. No sentía bien la pierna derecha como entumecida o algo así.
Inmediatamente me explican que tuve una agresión en la calle que me produjo ese golpe. Yo preocupado lo primero que hice fue preguntar si me habían colocado Factor en el hospital y me dijeron que no. Por lo que, pedí que me trajeran 3 mil unidades de factor y ponerme lo más rápido que puse.
Al cabo de unos minutos vomité 2 veces y sabía que debía volver a emergencia del hospital donde esta vez si encuentran el sangrado en mi cabeza y luego a hospitalizarme.
Cabe señalar que desde que entré hasta que me pusieron Factor, pasaron muchas horas. Felizmente yo me había puesto antes de ir sino fácil hubiera estado más grave.
Luego de casi 10 días en el hospital salí de alta, ya movilizando la pierna con la inflamación en la cabeza casi inexistente, pero aun débil.
Mi gran preocupación, a parte, de mi familia era el trabajo. En ese momento enseñaba en 3 lugares, felizmente mis descansos médicos sirvieron para que me paguen esos días y luego volver a trabajar, poco a poco sintiéndome más fuerte.
La agresión no la recuerdo, y vi un vídeo de una cámara de seguridad del vecindario. Con pena debo decir que me sentí un débil e inútil porque la forma en que me empujaron demostró que no duraría ni 5 segundos en una pelea si quisiera defender a mi familia.
"Cada vez siento mi cuerpo más débil, mi mente incluso, pero no tengo elección debo seguir".
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