jueves, diciembre 27, 2012

Un año de docente.


A tan solo 4 días de que mi contrato como docente en mi alma mater termine. No podía dejar pasar lo que significó esta etapa diferente en lo que había realizado en los últimos años. 

Comencé con ciertas dudas. Soy sincero, empecé con 2 cursos que no son mi especialidad, pero que felizmente había llevado cuando yo era alumno y con notas superiores al promedio. Me tocó enseñar 3er y 9no ciclo. Algo tan contraste, no sólo en edades, experiencias y conocimientos, sino en personalidades y actitudes. 

De los alumnos de 3er ciclo aprendí, en parte, la inocencia del estudiante, las ganas de aprender, el tratar de "enderezar" algunos aspectos sin llegar a ser tan rígido. Sus ocurrencias me sacaban siempre una sonrisa. Sus ganas de aprender me daban animos y su carisma me hacia recordar mis tiempos de alumno. Aprecio a muchos de ese grupo, aunque ellos creo que no lo saben. 

Los de 9no ciclo, mas cuajados en lo académico, muchos ya en el mundo laboral, como practicantes o no. Observaba en ellos el ímpetu de ya salir de la universidad. Como contando los días. Vi promesas que espero saquen cara por la villa. Aunque claro también conocí los que se quejaban de la misma. Ya a ese nivel uno ha experimentado tanto la facultad que puede hablar con propiedad. O eso creo yo. 

Ya el segundo semestre era otra historia. Esperaba el curso por el cual en realidad había ingresado a la universidad. Si bien es cierto, la parte práctica no lo pude hacer como quería, por lo menos puede explayarme en la teoría cuando me toco hablar de mi tema. 

De todas maneras creo que no lo hice al nivel que esperaba hacerlo. Sin embargo, si por algún motivo regreso a enseñar dicho curso será otra la historia en lo académico. Prácticamente fui el dueño del curso. Eso me causo gracia pero a su vez me hizo evaluar como debería, según a mi criterio hacerse. Igual debo afinar algunas cosas para que los alumnos no se quejen que hay desigualdad.

Sobre los alumnos, bueno el 8vo ciclo, me trajo una heterogeneidad que no esperaba. Sin embargo, aprendí a que no debo dar mucha confianza a los alumnos, mantener mas mi limite con ellos, cosas que me ayudarán el próximo año. Ahí también vi un grupo interesante de alumnos que deberían ser tomados en cuenta por las autoridades para que sean nuestros abanderados al momento de salir de la universidad. 

Me ha parecido una experiencia inolvidable. Ver a los que fueron mis mentores ahora como colegas y compañeros de trabajo. Haciendo amistad con algunos. 

Ahora ya no sé que me depara el próximo año. Se avizora un proyecto grande, que sólo depende de mí. Al momento no estoy haciendo lo que debería pero debo hacerlo por la única razón que creo que me cambiado  lo poco que queda de este año... ella. 


"A la mitad de mi vida me doy cuenta de eso.... sólo me queda la mitad..."